Se acerca el Día de las Madres y, en plena etapa universitaria, muchas empezamos a ver a mamá desde otra perspectiva y ya no sabemos como conectar con ella. Tal vez ya no la vemos todos los días o las diferencias son más notorias, y con eso, muchas veces, la relación con nuestras mamás cambia. Aun así, fortalecer ese vínculo, aunque no sea perfecto, puede ser una gran fuente de bienestar🫂💖
Aquí van algunos tips prácticos y realistas para llevarte mejor con tu mamá sin perder tu espacio.
💬Habla desde lo que sientes, no desde un reclamo
En vez de decir “¡Tú nunca me entiendes!”, intenta algo como “Me siento frustrada cuando siento que no me escuchas”. Hablar desde tus emociones baja la tensión y abre la puerta al entendimiento.
👂Escúchala también como mujer, no solo como mamá
Pregúntale cómo está, qué cosas le gustan ahora, qué sueña hacer. Salirse un poco del rol madre-hija puede acercarlas desde otro lugar más adulto y empático.
📱Escríbele sin que haya una razón
A veces, un simple “pensé en ti” o “te mando un abrazo” puede alegrarle el día. No tienes que tener un gran motivo para conectarte con ella.
🧘♀️Dale espacio, y tómatelo también
No todo tiene que resolverse en una conversación. A veces, un respiro ayuda a pensar con más claridad. Es válido decir: “Prefiero hablar de esto más tarde, cuando esté más tranquila”.
🌱Acepta que tu relación con ella puede evolucionar
Tal vez antes era más protectora, ahora más distante… o al revés. Lo importante es entender que la relación puede ir cambiando, y que ambas están creciendo.
🫶Recuerda que no todo tiene que estar resuelto para tener una buena relación
A veces hay diferencias de fondo que no se van a eliminar. Pero pueden aprender a convivir con respeto, cariño y humor. No se trata de pensar igual, sino de quererse con sus diferencias.
♥️Este día de las madres, ¡celébrala!
Hay un día al año para agradecerle todo lo que tu mamá hace por ti, no lo dejes pasar. Ya sea con un desayuno, un regalo, o un día juntas, hazla sentir querida.
Tener una relación sana con tu mamá no es una meta perfecta, es un camino que se recorre todos los días con pequeños gestos. Y cuando ese vínculo empieza a florecer, muchas otras cosas en tu vida también se ordenan.
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