Si cada vez que recibes tu sueldo dices “esta vez sí voy a ahorrar”, pero nada cambia… ¡Esta nota es para ti!
Tranqui, no estás sola. Por más organizada que seas, es normal perder el rastro de a dónde se va nuestro dinero, pero antes de darte soluciones, averigüemos lo que puede estar pasando 🔍.
¿Por qué tu dinero desaparece? 💨
1. No sabes (exactamente) cuánto gastas 🤔
Tu peor enemiga es la frase: “más o menos sé en qué gasto”. Spoiler: no sabes. Los gastos hormiga pueden volverse fácilmente gastos de hormiga reina si es que no eres consciente de ellos.

Vía: Giphy
2. El famoso tarjetazo emocional 🤔

Vía: Giphy
Mal día = shopping. ¿Te suena? A todas nos ha pasado. El problema es que esa compra emocional solo te da alivio momentáneo y estrés financiero eterno 🫠. Y si tienes tarjeta de crédito, recuerda: no es dinero mágico, los intereses te persiguen como ex tóxico. Si no confías en ti, ¡escóndela!
3. No tienes un presupuesto realista
Quizá sí estás “controlando”, pero sin orden real. Tal vez un mes te propones ahorrar una cantidad que no puedes cumplir o te comprometes a asistir a un viaje pero sin un plan claro de cómo financiarlo. Recuerda, si no sabes cuánto entra, cuánto sale y cuánto deberías guardar… tu billetera es tierra de nadie.

Vía: Giphy
¿Cómo solucionarlo?
💡 1. Haz seguimiento real de tus gastos
Aunque suene tedioso, lo mejor que puedes hacer es anotar TODO lo que gastes, así sea una gaseosa. Cuando lo veas en números, vas a decir “¿¡gasté tanto en snacks!?”. Intenta hacerlo durante una semana, y verás que te ayudará a medir mejor tus gastos y tener una idea de a dónde se ve tu dinero.
🌟 Usa aplicaciones como Monefy, Excel o alguna plantilla de Notion. Puedes encontrar varias opciones acá.

Vía: Giphy
2. Crea un presupuesto a tu medida
La idea es que planifiques cómo dividir tu sueldo. Puedes probar con la regla 50/30/20 si es tu primera vez haciéndolo. Recuerda ajustar los porcentajes según lo que te funcione y necesites.
- 20% ahorro o pagos fijos.
- 50% necesidades, como comida y transporte.
- 30% gustitos, como en ropa, salidas o delivery.
3. Ahorra con propósito
No hay mejor motivación que ahorrar por algo que te haga ilusión. No es lo mismo “guardar plata” que decir: “Estoy ahorrando para viajar en diciembre”. Crea fondos separados: emergencia, viajes, cursos, y uno para caprichos sin culpa 🛍️.

Vía: Giphy
💭 Recuerda que aprender a manejar tu dinero es parte de ser adulta chiquita. Es normal equivocarse en el proceso, especialmente si nadie nos enseñó esto antes, pero poco a poco podemos ir mejorando a manejar nuestro dinero juntas :).
Y tú, ¿qué es lo que más te cuesta cuando se trata de ahorrar?
Cuéntanos en los comentarios, ¡queremos leerte y compartir experiencias!